Barrio Polo Club para el Banco Central Hipotecario

Nombre: Barrio Polo Club para el Banco Central Hipotecario | Ubicación: Carrera 24 con calle 88, Bogotá | Construcción: 1957 - 1958 | Por: Arturo Robledo, Hans Drews, y Dicken Castro.

En 1957, el estudio de arquitectura Robledo, Drews y Castro desarrolló un proyecto de vivienda para el complejo El Polo Club, para su cliente, el Banco Central Hipotecario. Liderado por Arturo Robledo, el estudio inicialmente desarrolló 25 casas, incluyendo un plan urbanístico, en el lado este, seguidas de seis casas adicionales al norte. Cuando se construyó, el complejo se ubicaba en el límite de la ciudad, alrededor de la calle 80, entre las carreras 15 y 30. El proyecto dejó un claro legado en el paisaje urbano de Bogotá, que en ese momento experimentaba una importante expansión.

El diseño del complejo anticipó la necesidad de crear espacio para los peatones, una de las preocupaciones que posteriormente se convertiría en el centro de muchos complejos de vivienda en ciudades como Bogotá. La escala y la proporción del complejo, así como la inclusión de espacios verdes abiertos para uso colectivo dentro del barrio, reflejaron la cuidadosa consideración del arquitecto por la experiencia de los peatones en su entorno y su movimiento a través del espacio. Esto desafió el concepto de Ciudad Funcional, propuesto en la década de 1950 por Le Corbusier en la Carta de Atenas del Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM), que, al abogar por la zonificación funcional y la separación del tráfico, condujo finalmente a diseños urbanos centrados en el automóvil en la posguerra.

Sin embargo, el complejo de viviendas El Polo muestra una clara conexión con algunas de las propuestas de Le Corbusier, como la organización de los espacios en torno a un núcleo central y terrazas ajardinadas, así como el tratamiento de las ventanas y los parapetos continuos en la fachada. También se incluyeron otros elementos, como la fachada de ladrillo visto en los muros de carga del complejo, que ilustra una influencia escandinava.

El diseño arquitectónico y urbano de El Polo Club anticipó las formas de vida urbana que se popularizaron en las décadas siguientes y se convirtió en una referencia influyente para proyectos posteriores en Bogotá. Construido en una época de importantes transformaciones sociales, incluyendo nuevas estructuras familiares, el complejo de viviendas fue diseñado para permitir nuevas adaptaciones y modificaciones a lo largo del tiempo, sin perder su esencia arquitectónica original. A través de sus espacios centrados en el barrio, parques y senderos peatonales, el diseño general del complejo también ofrecía una nueva forma de estar dentro del paisaje urbano y habitarlo.

 
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